lunes, 26 de octubre de 2020

José Shulmeister

 

 El primer ganador del Maratón de Reyes

 

José Shulmeister fue el primer ganador en la historia del Maratón de Reyes organizado por el Club Barrio Alegre. Fue un 5 de enero de 1967 donde tan solo 18 atletas iniciaron y marcaron el camino del atletismo local. El viernes, en su General Pico natal, Shulmeiter falleció, a los 74 años, víctima de una complicación tras enfermarse con coronavirus. Estaba internado en el hospital Centeno.  

 


 

Fue uno de los maratonistas más importantes de la ciudad de General Pico en la historia de este deporte. Entre otras, José participó, y con muy buen resultado, en la tradicional prueba de San Silvestre donde finalizó en el puesto 36°. Hoy lo recordamos con un repaso por sus cuatro carrera en Trenque Lauquen, en esos años en que Maratón de Reyes todavía no había sido bautizada como “Camilo Martino” ya que esto llegaría en 1986 cuando se coronó la vigésima edición.

En Trenque Lauquen, en dos oportunidades, Shulmeister fue parte del podio. Segundo en dos ocasiones: escoltó a Osvaldo Suárez en el ‘69 y al año siguiente entró detrás de otro grande como Domingo Amaison. El atleta de General Pico corría para el Club Sportivo Independiente. Su última participación en la ciudad fue en 1971 donde se ubicó en el cuarto puesto del clasificador general.

La crónica del Diario La Opinión cuenta que a las 22 horas en punto del 5 de enero de 1967 apenas 18 corredores de toda la región dieron vida al Maratón de Reyes del Club Barrio Alegre. Carrera que sería ganada, tras los 7.000 metros, por el juvenil piquense José Shulmeister, con una marca oficial de 22’41’’. “Se puso en marcha la competición ante un marco importantísimo de público, ávido por presenciar un espectáculo, que ofrecía la novedad de diputarse en horas de la noche, y que tenía como participante al atleta Shulmeister representante del Club Independiente de General Pico, que venía precedido de gran fama, por cuanto en esos momentos se lo consideraba imbatible en la zona en este tipo de pruebas. Las expectativas no fueron defraudadas, pues el citado atleta inscribió su nombre como el primer ganador de nuestra maratón. También tuvo una destacada actuación, nuestro representante Julio Fogtmann. Participaron también por nuestra ciudad Roberto Brandoni, Héctor (Negro) Galeano y Jorge Oscar (Coco) Logotetti” dice la crónica de la fecha.


 

 Primera edición 1967

1º José Shulmeister, Club Independiente de General Pico.

2º Héctor E. Denegri, Circulo de Cronistas de Deportivos de 9 de Julio.

3º Ismael H. Bacci, representando al diario Noticias de Pehuajó.

4º Julio Fogtmann, Club Deportivo Barrio Alegre.

5º Rubén Beneitez, Club Sarmiento de Santa Rosa.

6º Alberto Rosales, del diario Noticias de Pehuajó.

7º Hugo Irusta, del Club Deportivo Maza.

8º Oscar A. Suárez, del Club General San Martín.

9º Roberto Brandoni, representando a Estación de Servicio de T. Lauquen.

10º Miguel A. Carasay, Club Sarmiento Santa Rosa.

 

Dos años después volvió a Trenque Lauquen para participar de la tercera edición. Esta vez fue el 5 de enero de 1969 con 36 corredores. El triunfo fue de Osvaldo Suarez, con un tiempo de 23’03’’ y detrás arribó Shulmeister. “Como en ediciones anteriores, muchísimo público se dio cita esa noche para presenciar la prueba que nuevamente contaba con la prestigiosa figura de Osvaldo Suárez, brillante ganador del año anterior. En esta oportunidad, se esperaba una mayor lucha con José Shulmeister que había triunfado en la primera edición e incluso con Julio Fogtman, en continuo ascenso. Las expectativas no se vieron defraudadas ya que tras intensa lucha se impuso la experiencia y capacidad de Osvaldo Suárez sobre el tesonero esfuerzo de Shulmeister, ocupando Fogtmann la cuarta colocación”.

 

Tercera edición 1969

1º Osvaldo Suárez, Club Independiente de Avellaneda.

2º José Shulmeister, Club Independiente de General Pico.

3º Julio Gómez, Club Deportivo Penales de Santa Rosa.

4º Julio Fogtmann, Club Deportivo Barrio Alegre.

5º Oscar Barreto, representando a la Ciudad de General Villegas.

6º Carlos Gómez, Allevi Club de Capital.

7º Pedro Boloquy, del Club Independiente de Gral. Pico.

8º) Juan C. Porcel de la UDA de Capital Federal.

9º) Oscar Suárez del Club Gral. San Martín de Sta. Rosa.

10º) Rubén Gil representando a la localidad de Tres Lomas.

 

Al año siguiente, en 1970 volvió a buscar el triunfo y una vez más debió batallar, esta vez ante Domingo Amaison, quien ganó con 22’40’’. Fue la cuarta edición del Maratón de Reyes realizada un 5 de enero con 35 corredores. Dice la crónica de esa fecha “bajo una torrencial lluvia se decidió largar la competencia, previa consulta con los participantes y que en su mayoría aprobaron la decisión adoptada, teniendo en cuenta que había corredores venidos de lugares lejanos con los gastos que suponía la postergación. Como de costumbre a las 22 horas en punto se puso en marcha el pelotón y desde el principio se distanciaron del grueso del grupo los atletas Domingo Amaisón, que concurría por primera vez a esta prueba, siendo en esos momentos uno de los más destacados cultores del atletismo de calle del país y José Shulmeister, ganador de la primera edición y segundo en la tercera. Emocionaba ver a lo largo de todo el Boulevard Villegas, guareciéndose como podía de la intensa lluvia que acompañó a los atletas en todo su recorrido, a una abigarrada y bulliciosa multitud que asistió a una hermosa carrera y con un final electrizante”.

 


 

 

Cuarta edición 1970

1º Domingo Amaisón, Club Velocidad y Resistencia de Capital.

2º José Shulmeister, Club Independiente de General Pico

3º Julio Gómez, Club Santa Rosa de Santa Rosa.

4º Julio Fogtmann, Club de Pesca de Trenque Lauquen.

5º Pedro Boloquy, Club Independiente de General Pico.

6º Honorio Savy, ciudad de Venado Tuerto.

7º Jorge A. Rosales, Ciudad de Pehuajó.

8º Lorenzo Vigna, Club Independiente de General Pico.

9º Rubén Gil, Diario La Prensita de Tres Lomas.

10º Juan D. Belasteguin, Club Independiente de Mones Cazón.

 

Se despidió de Trenque Lauquen corriendo en la quinta edición, realizada el 5 de enero de 1971 y con 38 atletas de todo el país, terminando en el cuarto puesto de la clasificación general. Una edición que tuvo como ganador al gran Juan Carrizo, con una marca de 22’21’’, alguien que sería ídolo para la afición trenquelauquense de le época. 

“Aquí, la noche del 5 de enero de 1971, aparece por primera vez en el escenario de nuestra prueba, el atleta Juan Carrizo, quien en esos momentos era el número uno indiscutido del atletismo nacional, e imbatible en este tipo de competencias y con el tiempo pasaría a constituirse en el ídolo en nuestra ciudad. Posiblemente se puede considerar a esta edición, una de  las mejores, pues en todo su transcurso se entabló un duelo titánico entre Carrizo y Araujo, que recién culminó sobre la raya con el triunfo del primero. Debido a la lucha librada entre estas dos figuras del atletismo, se registró un tiempo de 22’ 21’’ bajando el récord de esta maratón”.

 

Quinta edición 1971

1º Juan Carrizo, Club Velocidad y Resistencia de Capital Federal.

2º Nazario Araujo, Club Independiente de Avellaneda.

3º Alberto Barceló, Club Independiente de Avellaneda.

4º José Shulmeister, Club Independiente de General Pico.

5º Oscar Barreto, Club Independiente de Avellaneda.

6º Mario Díaz, Club Velocidad y Resistencia de Capital Federal.

7º Benedicto Galeano, Club Velocidad y Resistencia de Capital.

8º Mario Villagra, Club Amalfitani de Capital Federal.

9º Alfredo Aguirre, Club Atlético del Sud de Capital Federal.

10º Honorio Savy, Monte Maíz de Córdoba.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Roberto Pedretti

 El lunes 28 de septiembre falleció Roberto Pedretti. Dirigente del Club Barrio Alegre. El alma y responsable del Maratón de Reyes "Camilo Martino".

Lo recordamos con un escrito de su propia autoría dedicado al atleta popular.  

"El Pedro"

“El gran protagonista listo para largar y por ahí, cerquita de él, el Pedro...Todos lo hemos visto. Es el negro, el flaco o el pelado ¿Qué importa eso? Es ese que pasa corriendo por las tardecitas, después del laburo, por las calles del pueblo. Se está preparando para la próxima prueba, porque siempre hay una próxima prueba. Lo está haciendo a muerte, porque tiene que ganarle al Pedro. En la última carrera se le escapó por un cachito, pero esta vez...

Por eso se entrena más que nunca y se cuida especialmente. Se le tiene que dar.

Y ojo, que no se descuiden los capos, porque cuando quieran acordar los tiene. El martes se controló el tiempo y su reloj le dijo que había metido 10 segundos menos que su marca anterior.

Se siente fuerte como nunca.Esta vez se le tiene que dar...

Cuando llega el día de la prueba, sale temprano, con su bolso lleno de esperanzas para ver si consigue viajar a dedo. En el último de los casos le queda el recurso del micro, pero las cosas no están como para hacerse el taura. Como siempre, encuentra alguien que lo arrima, después otro y así casi con lo justo para inscribirse, recibir el número y largarse a trotar en el precalentamiento previo. Entonces lo ve al Pedro. Se saludan efusivamente porque desde hace rato que se encuentran en circunstancias similares y sienten que los une una amistad verdadera que nace del respeto mutuo. “Pero esta vez te gano"...piensa, mientras siguen trotando juntos. Por ahí se cruzan con el ganador del año pasado y con el pibe nuevo que dicen anda como avión y con él que fue recordman de los 5000 que hoy vuelve muy afilado según comentan. El sabe que va a ser muy difícil seguirles el tren, pero...

Cuando llega el momento de largar procura arrimarse para no dar ventajas. Todos quieren hacer lo mismo, se aprietan y empujan para ganar un lugar en la partida.

Enseguida que largan los espacios se ensanchan, a los punteros los tiene cerca, por un momento piensa en hacer un esfuerzo para prenderse, pero se domina porque no quiere fundirse de entrada. De nuevo los ve alejarse lentamente, como siempre.

Pero él agarró su tranco, se siente bien y empieza a pasar a algunos. Toda esa gente que aplaude y alienta le da más fuerzas. Las piernas se van poniendo más y más pesadas, pero la gente lo sigue "empujando". ¿De donde saldrán tantos? Ya falta poco, cuando de pronto lo ve a unos pocos metros delante de él. Es el Pedro. Lo nota desarmado por el cansancio. Es su oportunidad. No puede desaprovecharla aunque siente que el pecho le retumba como un tambor. Aprieta los dientes y apura el paso. Con la llegada ahí nomás, lo alcanza y lo pasa faltando unos pocos metros. Le ganó al Pedro. ¡Por fin se le dio! Y jadeando, casi sin aliento, lo busca para darle un abrazo....

Después el descanso. La ducha reparadora y la cena, por supuesto con el Pedro al lado. Y se ponen al día conversando sobre sus familias, el laburo, los proyectos con la piba, las penas y esperanzas y la próxima carrera. "Ya no me ganas más Pedro"... le dice cargándolo. En eso llegan algunos de los organizadores con la "clasificación general y se levanta como si tuviera un resorte para pedir una copia, con verdadera ansiedad. Entonces comprueba que largaron 193 y que el ocupó el puesto 42. "Pedro, le ganamos a más de 150" exclama con euforia.

Es un canto a la vida, al optimismo, al deporte. Sabe que ahora llega el reparto de premios y él en esa entra. Pero, lo importante es que llegó, se superó a sí mismo, y le ganó al Pedro....El lunes volverá a su trabajo y después de la larga jornada a entrenarse nuevamente, pero teniendo en cuenta algo que el ídolo le aconsejó.

Tiene que hacer más piques cortos buscando velocidad, comer con mucha sal y mucha azúcar. Se lo dijo el campeón, que tiene un médico que lo controla y un dietólogo "¿Y eso que es?", se animó a preguntarle. "Un tipo que te dice que debes comer para tener las vitaminas necesarias". A él, que tiene que morfar lo que puede, y cuando puede...

Pero ahora sabe algo más. Y le sigue metiendo al entrenamiento tal como le aconsejaron, por las calles de su pueblo. Es el gran ignorado y sin embargo, el gran protagonista. ¿Qué sería de los demás si no fuera por esa fé que lo mueve? Viene a correr porque le gusta este sacrificado deporte, aunque por ahora simplemente haga de sombra para que brillen con más intensidad las luces de los otros. No busca beneficio material alguno, qué lo va a buscar, si ni los grandes hacen diferencia.

Es el símbolo del atletismo callejero. Es el gran protagonista de la Maratón de Reyes. Por eso lo respetamos tanto”.

Dibujo de Néstor Martin "Naki"
Instgram: @nestormartin.comic

lunes, 14 de septiembre de 2020

(Nota realizada en la edición Nº12 de ACN del 17 de abril)

Fue, es y será uno de los mejores de la ciudad

 
Guillermo Villalobos se mantiene en
movimiento pensando en volver


 Guillermo Villalobos fue, es y será uno de los mejores atletas que ha dado la ciudad. A sus (casi) 40 años, este admirador de Ulises Sanguinetti y de la elegancia de Cristian Alfonsín,  dialogó con este medio y recordó cómo fue esa noche del 11 de enero de 2014 cuando Maratón de Reyes “Camilo Martino” celebraba su 48º edición y él conseguía su gran premio, ese que había buscado desde el 2006, siempre debiendo batallar ante atletas más fuertes y experimentados. Villalobos tuvo la “mala fortuna” de haber sido contemporáneo de Rubén Schejtman y Gonzalo Zabala, dos de los más fuertes en de la ciudad del 2000 al 2020. Eso lo obligó a tener que estar siempre en el podio de Reyes. Algunas noches en el segundo lugar y otros en el tercero. Pero esa edición del 2014 tuvo su merecido premio. No solo se impuso entre los locales, sino que logró estar entre los diez mejores del clasificador general, situación que era muy difícil en el atletismo moderno para nuestros corredores. Además de lograr su mejor marca en esta querida competencia.

(Siendo parte de un triatlón)

Pero Villalobos, de trote elegante y estilizado, no ha sido un corredor regular. Debido a su trabajo y los entrenamientos exigentes, algunas temporadas estuvo fuera de competencia. Desde hace un par de años no se lo ve por Maratón de Reyes, por lo menos corriendo a gran nivel, pero confirmó que “me mantengo entrenado, siempre con algunos trotes y ejercicios, para que cuando me agarren las ganas de entrenar fuerte no estar tan lejos”. En el ambiente del running local las “apuestas” están a la orden del día. Villalobos en el 2021 deberá debutar en la primera de las carreras del Maratón de Reyes, la destinada a los “veteranos” mayores de 40 años y, un Villalobos en gran nivel, puede ser candidato al triunfo. Esto él lo sabe “no descarto volver a correr. Sería muy lindo estar en Reyes”.

Un descanso

En la edición del 2014 Villalobos logró su triunfo, pero en el 2015 volvió a estar en el segundo puesto entre los locales, detrás de su “rival y amigo” Rubén Schejtman. Tras esa carrera Villalobos no volvió a correr de manera “fuerte”. Se lo ha visto participar en Reyes, y aunque logra estar entre los diez mejores del clasificador de los locales, lo ha hecho a “media máquina” y solo con el objetivo de disfrutar del evento. Villalobos contó el por qué de ese bajón en las ganas de competir con intensidad. “Fueron muchos años compitiendo y entrenando fuerte y de luchar siempre contra la corriente. Ese año se me dio que pude descansar bien la semana previa a Reyes y así hacer una muy buena carrera. Pero es difícil mantener un entrenamiento fuerte durante todos los días durante varios años, porque uno se levanta a las 4 de la mañana para ir a trabajar, hace fuerza todo el día, y luego hay que seguir entrenando. Es mucho el sacrificio y el cuerpo no es que gana, el cuerpo pierde y se desgasta”.

(Entrenando en pleno invierno en Barrio Alegre)

Comenzó a competir en el 2005, aunque ese año no logró estar entre los mejores de la ciudad en Reyes. Fue en el 2006 donde ya se mostro entre los diez (ver tabla). “Mí carrera deportiva nunca fue regular, siempre entrené y competí de manera discontinua, parando algunos meses y eso se debió siempre al desgaste laborar. Por suerte siempre conté con el apoyo de mi mujer y los chicos, pero entrenar día a día para estar en un alto nivel es muy desgastante”.  Durante su estadía en el alto nivel debió batallar contra los mejores de la ciudad, desde Matías Velázquez, a Gonzalo Zabala y Rubén Schejtman. En los últimos años también contra el juvenil Marcos Gómez Kistner. “Siempre corriendo contra ellos, unos guerreros totales, tanto Gonzalo como Rubén. Y eso era lo que me hacia también mantenerme,  querer entrenar fuerte, para poder buscarlos en cada carrera. Esa lucha me mantenía activo”.

¿Hay futuro?

¿Se puede pensar en un Villalobos corriendo a gran nivel en el 2021? A este interrogante el atleta respondió “Sería muy lindo estar en Reyes. La idea siempre está en mi mente y es por eso que trato de estar entrenado, no al cien por ciento, pero estar en movimiento y preparado para que el día en que me agarren esas ganas de entrenar fuerte no estar tan lejos y no cueste tanto”. Los 7.500 metros de Reyes es su distancia preferida y entre algunos asuntos pendientes no descartó correr los tan temidos 42 kilómetros “son pocas las carreras de 7.500 metros pero hasta los 8 kilómetros voy bien. Ya los 10k me cuestan, y siempre tuve ganas de poder correr un 3.000 o 5.000 en pista. Sobre los 42k, la verdad es que nunca se me pasó por la cabeza esa idea de correr tantos kilómetros. Admiro a los chicos de la ciudad que corren esas distancias, son unos genios, y ahora uno piensa en que entrenando bien y haciendo bien las cosas quizás algún día me anime a correr, pero solo para decir que corrí un 42k”. Por estos días de aislamiento social, preventivo y obligatorio Villalobos realiza unos mínimos entrenamientos en su casa “sentadillas comunes y con saltos, gemelos, brazos, solo para mantenerme en movimiento”. Mantenerse en movimiento es la clave para Villalobos y para todo el atletismo local, que espera con ansias verlo correr a gran velocidad en su querida Maratón de Reyes.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Josefina Cabral - Atleta PUA

 (Nota realizada el 9 de julio en la edición Nº36 de ACN)

Divertirse y disfrutar a pesar de las adversidades

 

Inmersa en los 400 metros con vallas esta joven atleta del PUA nos cuenta la difícil tarea de disfrutar, a pesar de todo.  

Esta pequeña y alegre atleta, de tan solo 17 años, integrante del Programa Único de Atletismo, contó su historia en una disciplina desgastante  como lo son las vallas. Sus comienzos fueron en los 80 metros, luego avanzó a los 100 y 295 metros y ahora ya está inserta en los largos 400 metros, ese giro completo a la pista con unas 7 vallas en total que el deportista debe saltar sin desfallecer en el intento. Es una de las jóvenes más alegres del grupo, de esas personalidades que llevan la alegría a cada certamen y que a pesar de tener que “pelear” en una prueba que no lo es fácil, sigue de manera firme y con ganas sabiendo que ya alcanzó la categoría U18 y que el próximo año será U20.  “Jose” conoce sus alcances pero también es sabedora de sus limitaciones en el atletismo, y eso la hace aún más consciente de lo que va logrando año a año.

(En Mar del Plata. Nervios previos a la cita)

Como la mayoría de los jóvenes se inclinó por esta modalidad por sentirla más a gusto y además “era algo que nadie hacía, algo muy técnico y me pareció divertido” cuenta la joven atleta que ya lleva unos 4 años inmersa dentro de las pistas, luchando con las distancias y las vallas, superando adversidades, llantos y disfrutando de miles de historias de viajes llenos de alegría.

Sus comienzos

Ella se presenta alegre, fiel  a su estilo “tengo 17 años y me dedico a las pruebas de velocidad con vallas. Primero en corta distancia, los 80 y 100 metros, luego los 295 y ahora ya con los 400 metros. Al principio me costó bastante porque es una modalidad muy técnica y precisa, me sigue costando, pero con los años he ido aprendiendo la técnica, no lo hago perfecto, pero he mejorado bastante” se sincera.

Y sobre las vallas ella se explaya, es su deporte, le gusta y lo sufre a la vez “depende la distancia hay tanta cantidad de vallas, pero en los 100 metros creo que hay una distancia de unos 8 metros entre una y otra, y la técnica precisa es de unos 3 pasos. La valla tiene una altura de 76 centímetros, aunque eso depende de la categoría. A mí me es muy difícil la distancia der 100 metros, porque como soy más bajita no me dan las piernas para lograr esos tres pasos. En cambio en los 295 y 400 metros están más distanciadas y hay más espacio para acomodar los pasos”.  Sobre esta larga distancia, dice “tengo que entrenar mucho ya que es muy largo y complicado, se sufre bastante. Ya de pos si los 400 metros de velocidad son desgastante, con las 10 vallas para saltar es mucho más intenso”.

Entre algunas cualidades de la prueba, agrega “hay atletas que siempre encaran la valla con un pie determinado, para otros es indiferente, y si tocas la valla en el salto o la tiras no tenés penalización, ya que uno se perjudica con el tiempo en sí. A mí me pasó el año pasado en los Bonaerenses me penalizaron por tirar una valla pero fue con la mano”.

 Seguir a pesar de las vallas

Ella sabe que es parte de un juego en la que no es favorita ni candidata. Un juego en el que el desafío es personal, el desafío de seguir corriendo y superándose a si misma en cada valla que salta, en cada valla que se choca, en cada llanto y desgaste post carrera.  Cada año es parte de los Juegos Bonaerenses, además de participar junto al PUA de los Torneos Nacionales en cada rincón del país. Parada dentro de la pista de atletismo en suelo marplatense, ante la mirada de todos los espectadores, porque la pista y la velocidad se llevan siempre todas las miradas, “Jose” sabe que deberá batallar ante rivales muy superiores. “Una ve a las otras chicas en Mar del Plata y se da cuenta que tienen otro nivel, es otra cosa, yo lo hago más como diversión, disfrutar y tratar de pasar siempre buenos momentos entre los amigos y viajes. Varias veces me he preguntado qué hago acá, de frustrarme, pero después siempre pasan cosas, como el constante apoyo del grupo, de los amigos que te ayudan a pasar ese mal torneo, los malos resultados y una siempre sigue adelante”. 

(¡Acción! Los 295 metros metros vallas). 

A nivel Provincia, Josefina Cabral no encuentra tantas rivales, debido a que no es una prueba accesible “siempre se ve más nivel en los Nacionales, en lo que es regional y zonal no hay, ya que la prueba de valla es muy complicada y no todos los municipios o escuelas de atletismo tienen vallas para entrenar. A mí me ha pasado competir con chicas que no sabían salir desde el taco, no lo sabían usar, así que mucho menos sabrán lo que es la valla. Nosotros acá por suerte contamos con todos los implementos para poder entrenar y practicar el deporte”. Vale recordar que los chicos del PUA entrenan en el predio del Polideportivo Municipal “Poroto” Abásolo bajo las órdenes de Sandro Otero y Germán Lauro. Es un grupo que año a año le entrega a la ciudad, no solo medallas en los torneos, sino ejemplos de comportamientos en cada ciudad que recorren.  

Los estudios

“Jose” es una atleta que no tiene al atletismo como una posible forma de vida. Conoce sus virtudes pero también las limitaciones. Ella, con 17 años, va analizando cómo seguirá su carrera universitaria, donde el estudia de abogada en La Plata es, por ahora, su principal objetivo. “Hoy por hoy tengo ganas de estudiar abogacía. Me hubiese gustado ir por algo relacionado al deporte, pero me interesa probar ser abogada. No me veo entrenando a nivel competitivo en La Plata pero sí voy a seguir corriendo, quizás carreras cortas de 5 o hasta 10 kilómetros”.  Este año, tan particular para todos, debería haber tenido a Josefina en su último año de U18. “Arranque el 2020 complicada, porque por temas personales no pude entrenar con los chicos en la pretemporada de enero y febrero, y cuando en marzo me sumé otra vez comenzó todo lo de la pandemia. En cuarentena fue poco lo que se pudo entrenar, pero ahora ya estamos otra vez juntos entrenando y haciendo las cosas bien. Este era mí último año de U18, pasa todo muy rápido, porque ya el año que viene paso a ser U20, y eso era algo que una lo veía como muy lejano en el tiempo, arranque siendo U16, no lo puedo creer”.

Disfrutar y competir

Los años que le restan en el mundo del atletismo dice que quiere pasarlos disfrutando y compitiendo. “No tengo grandes objetivos, yo lo hago de una manera más para disfrutar y no tanto en pensar algo más grande. Quiero disfrutar y sentirme bien dentro de la pista” y agrega, con alegría y entre risas “cuando vas corriendo quizás no se sufre tanto, pero cuando terminas te duele cada parte de tu cuerpo. Además el minuto antes de largar te matan los nervios, el juez te dice el “listos” y una no está preparada, tiene miedo chocarse la valla, de caerte, te están mirando todos y todo puede salir mal. Me acuerdo y la tengo grabada a mi peor carrera. Me salió todo mal. Fue en un Torneo Nacional de Clubes que viajamos a Santa Fe. Ya de por sí el día no acompañó, había viento y estaba muy frío con neblina, horrible, qué manera de llorar (recuerda entre risas). Ese día no me salió nada bien. Tocó el silbato el juez y en la primera valla me caí, todos mirando, era un Nacional, la segunda valla la salto, la tercer voy y me vuelvo a caer, y otra vez, pero igual seguí y termine la carrera con el aplauso de todos, creo que fui llorando hasta el baño”.

(Amistad y compañerismo en jóvenes con muchos valores)

Pero también se acuerda de ese día en que todo salió bien “fue en el 2018 y era la primera vez que hacia los 295 metros. Me encantó, lo disfruté y además fue todo lindo, el viaje, los amigos, la distancia la sentí muy cómoda donde el único objetivo era llegar a meta”.  “Jose” recuerda cada anécdota con una sonrisa, la misa que lleva a cada rincón del país, la misma que muestra dentro de la pista, esa sonrisa que la caracteriza y que alegra al grupo en los días grises, a pesar de todo, a pesar de las adversidades, a pesar de las vallas, pero con un objetivo simple y concreto: “disfrutar y divertirme”. 

lunes, 31 de agosto de 2020

Marcos Lobosco - Ciclista

(Nota realizada el 30 de abril en la edición Nº 16 de ACN)

Tuvo un gran inicio de temporada


El juvenil ciclista Marcos Lobosco, hijo del histórico y premiado Javier, repasó el gran comienzo de temporada que había logrado realizar arriba de las dos ruedas. Con victorias en el velódromo local, además de Carlos Casares y Pigüé, y siendo parte de dos vueltas, una en San Juan con el Giro del Sol, y la otra, en La Pampa, en el Gran Premio Elías “Chuky” Pereyra. Marcos no solo habló de su presente, sino también de ese lejano comienzo en Nueve de Julio. Además analizó la falta de jóvenes en el ciclismo local y cómo se entrena para afrontar las largas carreras.

(Definiendo carrera en La Pampa)

Apasionado de las bicis de ruta y nacido en el seno de una familia con papá y tío ciclista a Marcos solo le quedaba un destino posible “me acuerdo que iba a las carreras que corría mi papá pero primero no me llamaba mucho la atención, no me gustaba, hasta que un día en Nueve de Julio competí por primera vez, con una bici prestada y sin ropa de ciclista y no me bajé más, hace ya como cinco años”. Cada día tiene la fortuna de poder compartir entrenamientos con su padre y su tío Alejandro “para mí es un orgullo muy grande poder entrenar con mí viejo y mí tío. Mi papá fue dos veces Campeón Argentino, tiene varias medallas y por suerte también hemos estado juntos en algunas carreras y podios, y poder entrenar con ellos es muy lindo”. En sus inicios el Club Ciclista, por medio de la escuelita, contaba con, además de Marcos, Ramiro Giménez y Juan Jesús Constantini “los chicos fueron dejando y ahora quedé solo. Está Agustín Ochoa, también Martina Navarro, pero no quedan muchos jóvenes porque éste es un deporte muy sacrificado y duro. Hay que entrenar mucho, ser constante en las comidas y también en las salidas. Al competir los fines de semana las salidas quedan de lado y muchos a eso no lo entienden”.

Giro del Sol

En el ciclismo de ruta son varias las modalidades, tanto en pista como en calle, con pruebas de un día o vueltas por etapas. Marcos tuvo un comienzo de año intenso, ganando en el velódromo local, como también en los de Carlos Casares y Pigüé, pero además encaró junto a su equipo, el Bragado Cicles Club, dos grandes pruebas, el Giro del Sol, en San Juan y el Gran Premios Elías Pereyra, en La Pampa. Del Gro del Sol, una vuelta por etapa, realizada en el mes de enero en la cuna del ciclismo argentino, Marcos contó cómo llevó adelante esa experiencia en una carrera preparatoria para la Vuela a San Juan “el ciclismo en san Juan es muy fuerte y diferente a cualquier otra Provincia del país. Ahí se corre de manera diferente y es una prueba donde estuvieron presentes varias selecciones de otros países ya que se estaban preparando para la Vuelta a San Juan donde compiten los ciclistas internacionales. Fueron cuatro etapas y un prologó que se hizo de noche. De esas cuatro etapas,  tres de ruta y una contrarreloj. Todas etapas muy duras debido al viento y el calor de San Juan que en pleno enero llegó a los 40 grados”. Los ciclistas debieron transitar cada recorrido con un máximo de unos 180 kilómetros por etapa y en el Bragado Cicles Club la formación de siete ciclistas no tuvo un líder definido “no llegamos de la mejor manera preparados por lo que no hubo un líder. Eso fue dependiendo de la general de cada día y a partir de ahí se trabajaba para uno en particular”. Pero en San Juan, como en todo el país, el ciclismo de ruta se corre de manera diferente al europeo “acá se corre a los piques, como le decimos nosotros, no es como en Europa que el pelotón deja que haya una fuga y luego los agarran, acá desde la largada y hasta la llega es al palo, a fondo. Por eso cuando vienen los ciclistas europeos a correr a San Juan les cuesta tanto, además de que ellos recién inicia la temporada y el sanjuanino está en su mejor nivel”.

(Primeros años en el ciclismo)


En julio de 2019 se incorporó a las filas del Bragado Cicles Club y comenzó a entrenar bajo las órdenes del pehuajense Franco Cragnulini. Un entrenamiento duro para lograr afrontar esas largas e intensas etapas “tuve una preparación intensa, con varios entrenamientos de 3 a 4 horas y media con el fin de llegar a esas vueltas y al Campeonato Argentino de la mejor manera. En las vueltas uno nunca llega a correr ese tiempo, porque las distancias son como máximo de 200 kilómetros cada etapa, y se pasan rápido. Una vez que llegaste a los 100 kilómetros el resto se pasa volando. Pero hay que estar muy bien preparado,porque a la noche estas cansado y al otro día te tenes que volver a subir a la bici para otra etapa mas”. El ganador del Giro del Sol fue Nicolás Naranjo “es un gran corredor y es uno de los mejores que tiene el país. Este año también ganó la Vuela al Centro de la Provincia que se hace en Bolívar”. Sobre los Sub23 resaltó “están todos en un gran nivel y parejo, Cobarrubia anduvo muy bien en la Vuelta a San Juan y Negro está entrenando en Europa”.

En el autódromo

El Gran Premio Elías “Chuky” Pereyra corrido en el mes de febrero en el autódromo de Toay, La Pampa, fue otra de los grandes desafíos que tuvo Lobosco. Allí se ubicó en el quinto puesto del clasificador general, además de la labor de Agustín Ochoa, tercero entre los juveniles. “En el Gran Premio del Chuky también hizo mucho calor ese día en La Pampa. Pero pude andar muy bien y con ciclistas de gran nivel. Es un lugar muy lindo para correr, el autódromo está muy bien, es amplio y permite la presencia de un pelotón grande. Además el asfalto es liviano y solo tiene algunos repechos. Pero prefiero correr en las vueltas por etapas, en las rutas, ya que suelen tener un mayor nivel y uno gana más experiencia”.

(Atacando ante la mirada de sus rivales)


Contra el reloj

Con 20 años siente que su fuerte es la lucha constante frente al reloj. Las pruebas llamadas contrarreloj son las que más disfruta en este mundo de las dos ruedas. “Me gusta correr contra el reloj, porque es mas individual, y es uno contra el tiempo. Lo habitual es que sean distancias cortas, de hasta 30 kilómetros, pero desde el primer segundo hasta la línea de llegada es ir a fondo y tenés que entregar todo” en esa lucha que el hombre libra contra el avance implacable de los segundos.

viernes, 28 de agosto de 2020

Volvimos a la radio

 La vuelta al estudio

ACN es un programa radial que dedica sus horas de trabajo con el objetivo de informar sobre Atletismo, Ciclismo y Natación, tanto a nivel local y regional, como así también lo que ocurre en el exterior. 

Un programa muy nuevo, que inició en este marzo de 2020 de la mano de la creación de la Radio de Deportelauquen, una emisora online dedicada al deporte y que con la llegada de la pandemia debió adaptarse. ACN siguió de manera habitual con sus programas de Martes y Jueves, buscando alternativas radiales y encontrando en los deportistas una muy buena respuesta que se fueron resolviendo en notas entretenidas y reveladoras. 

ACN comenzó el 10 de marzo y su quinta edición, la del 24 de marzo ya se debió realizarse "Desde Casa". Es así que hasta el día de ayer, 28 de agosto, los programas se realizaron en casa, mientras Pedro Mestre en el estudio se encargó de conectar todo en el Skype, de hacer las veces de "productor" y segunda voz del programa. 

Ayer volvimos al piso del estudio más felices que nunca y con el cuidado que corresponde. Fue justo en el centenario de la creación de la radiofonía argentina y nos lo pasamos como niños !!

¡El martes volveremos!

(Junto a Pedro Mestre. ¡Volvimos!)


jueves, 27 de agosto de 2020

Javier Benedetti - Ciclista

 (Nota realizada el 7 de abril en la edición Nº 9 de ACN) 

“Lo importante es poder disfrutar con los amigos”

 

La historia de Javier Benedetti, el “Flaco”, como así se lo conoce en el mundo de las dos ruedas, es una más de esas donde la constancia y trabajo diario por mejorar han llevado a dar el salto, a más de uno, de esos inicios del cicloturismo a las duras y riesgosas competencias. El MTB es uno de los deportes que más ha crecidos a nivel local. Los primeros adeptos se han sumado desde el grupo Nos Gusta Pedalear que luego se animaron a avanzar de nivel. Javier Benedetti es uno de ellos. Del 2014, con esa primera bici rodado 26, a este 2020, donde ya han pasado varias compras, bicis nuevas, la primera carrera fuerte, los viajes con amigos y esos desafíos que como deportista amateur se impone para seguir en carrera. No es un ciclista de punta, no es un ganador, pero si un incansable rodador, y eso lo ha llevado a ganarse cierto prestigio en el grupo. Es quien impone la fuerza pero con un objetivo claro “lo importante es poder disfrutar con amigos de esos rodajes largos del fin de semana y las carreras que compartimos”.

(El Flaco, un tremendo rodador)

En el 2019 participó de una aventura, la competencia de Los Siete Lagos, que une a Villa La Angostura con San Martin de los Andes. Para este 2020 sus objetivos eran volver, no solo a esa prueba, sino también a Las Altas Cumbres, que se realiza en Mina Clavero. Una ya suspendida, la de Las Altas Cumbres, la otra, con fecha para fin de año, todavía sigue en pie.

Dar el salto

En un deporte como el MTB donde los riesgos son altos, dar el salto a las carreras es un paso importante. “Empecé como un hobby pero con el paso del tiempo me fui animando. No me olvido nunca de mi primera carrera. Fue en el predio del Nene Mascaró, un rural bike. Ahí tenía una bici rodado 26 y luego me compré una 29 para ir más rápido. Fue así que me animé a las carreras de la zona, a empezar a competir más, adquiriendo experiencia y sumando kilómetros. Uno siempre busca mejorar, y comprar otra bici mejor, mantenerla, invertir en eso que ayuda, pero que no es lo más importante”. Sobre los riesgos sostuvo “es un deporte de riesgo, se va muy fuerte, en pelotón uno va muy junto con otro, las largas son numerosas y siempre puede haber caídas. Yo tuve una fuerte en Mina Clavero, el año pasado, en una bajada pero pude terminar, y otras más leves”. 

(Siendo parte de un duatlón en Guaminí)

 Por los Siete Lagos

A fin de año la ruta de los Siete Lagos reúne a miles de ciclistas para disputar de una carrera única, con un paisaje increíble. Cada temporada el circuito es el mismo, pero se cambia de dirección. En el 2019 Benedetti debutó y debió realizar el trayecto de Villa La Angostura a San Martin de los Andes. En caso de poder participar en este 2020, el trayecto será a la inversa. “Es una carrera única, inolvidable. Yo no conocía esos lugares y se anda por zonas que son muy lindas. La carrera se larga bien temprano, primero lo hacen los ciclistas con las bicis de ruta y luego los de MTB. Es todo por asfalto y con subidas muy pronunciadas y bajadas rápidas. Para nosotros que estamos acostumbrados a rodar siempre por tierra eso es todo nuevo, hubo bajadas a unos 60 kilómetros por hora, algo que nosotros no estamos acostumbrados y subidas difíciles donde tuvimos que usar todos los piñones” recuerda Benedetti. “Pero sin dudas lo que más se disfruta de todo esto son los paisajes y los viajes con amigos”.

Las Altas Cumbres de Mina Clavero, ya suspendida para esta edición 2020, le dejó en el 2019 un gran recuerdo “a mitad de competencia me encuentro con Carlos Campelo, otro amigo y ciclista local,  así que hicimos casi toda la carrera juntos, esos 120 kilómetros con lluvia, frio, niebla, viento y sol, que fue muy desgastante, pero cruzar la línea de meta con un amigo fue lo más emotivo”. 

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